Escritura

Los jeroglíficos fueron un sistema de escritura inventado por los antiguos egipcios. Fue utilizado desde la época pre-dinástica hasta el siglo IV. Los antiguos egipcios usaron tres tipos básicos de escritura: jeroglífica, hierática y demótica; esta última corresponde al Periodo tardío de Egipto.

Se caracteriza por el uso de signos, cuyo significado se conoce gracias al descifrado de los textos contenidos en la Piedra de Rosetta, que fue encontrada en 1799, en la que está grabado un decreto en tres tipos de escritura: jeroglífica, demótica y griega uncial. Se consiguió descifrar este documento gracias a los estudios realizados por Thomas Young y, fundamentalmente, a Champollion quien logró descifrar el método de su lectura en 1822, 23 años después de ser descubierta la piedra.

Por extensión, también se ha dado el nombre de signo jeroglífico a algunos de los grafemas de la escritura cuneiforme y otras. La razón está en que esos pocos signos no usarían el principio fonético, sino el principio ideográfico de representación de la escritura.

Historia

Se estima que la escritura jeroglífica se comenzó a utilizar hacia 3300 a. C., aproximadamente en la misma época en la que surgió la escritura cuneiforme en Mesopotamia. Fue empleada durante más de 3600 años, pues la última inscripción conocida se graba el 24 de agosto de 394 y se encuentra en el templo de File.

Durante muchos años se consideró que la muestra más antigua de escritura jeroglífica egipcia era la Paleta de Narmer, encontrada durante unas excavaciones en Hierakonpolis (la moderna Kawm al-Ahmar) en la década de 1890, que fueron datados ca. 3200 a. C. Sin embargo, en 1998 nuevas excavaciones en Abydos​ fueron halladas muestras de proto-jeroglíficos, datados del período Naqada IIIa del siglo XXXIII a. C.

Desde la época del Imperio Antiguo, la escritura jeroglífica egipcia fue un sistema en el que se mezclaban logogramas, signos consonánticos (simples, dobles, triples e incluso de cuatro o más consonantes) y determinantes (signos mudos que indicaban a qué familia conceptual pertenece una palabra). A partir de la dinastía XVIII, los escribas empezaron a usar cierto número de signos consonánticos dobles silábicos (sȝ, bȝ, kȝ etc.) para transcribir los nombres semíticos o de dicho origen, pero este tipo de escritura quedó exclusivamente restringido a tal ámbito.

Los símbolos eran también figurativos: representaban algo tangible, a menudo fácil de reconocer, incluso para alguien que no conociese el significado del mismo. Y es que, para diseñar la escritura jeroglífica, los egipcios se inspiraron en su entorno: objetos de la vida cotidiana, animales, plantas, partes del cuerpo, etc. Durante el Antiguo, Medio y Nuevo Imperio se calcula que existían alrededor de 700 símbolos jeroglíficos, mientras que en la época greco-latina, su número aumentó a más de 6.000.

Los jeroglíficos se grababan en piedra y madera, o bien, en el caso de la escritura hierática y demótica, con cálamo y tinta sobre papiros, ostraca, o soportes menos perdurables.

El empleo de los jeroglíficos grabados se limitaba a los dominios en los que la estética o el valor mágico de las palabras adquirían relevancia: fórmulas de ofrendas, frescos funerarios, textos religiosos, inscripciones oficiales, etc.

La escritura hierática era de grafía más sencilla, reservada a documentos administrativos o privados y generalmente utilizada sobre papiro, ostracon (fragmentos cerámicos) e incluso tablillas de madera. Los egiptólogos las distinguen de los llamados jeroglíficos lineales, que se pintaban sobre los sarcófagos de madera y en los textos del "Libro de los Muertos". Los jeroglíficos lineales conservan el aspecto figurativo de los jeroglíficos grabados, pero los trazos son mucho menos precisos que estos últimos.

A partir de la época saíta (dinastía XXVI), la escritura hierática fue parcialmente reemplazada por una nueva escritura básica: la demótica. Se trataba de una simplificación extrema de la hierática reservada a las actas administrativas y a los documentos de la vida cotidiana, de ahí su nombre de escritura "popular". La escritura hierática se usará preferentemente para transcribir textos religiosos o sacerdotales, conjuntamente con la escritura jeroglífica, de ahí su nombre de escritura "sacerdotal". En la época ptolemaica, el griego se irá imponiendo progresivamente como lengua administrativa: del año 146 a. C. en adelante, los contratos escritos exclusivamente en demótico pierden todo el valor legal.

El copto es el último estado de la lengua y escritura egipcias. Aún se emplea en nuestros días, pero solo como lengua litúrgica. Se escribe utilizando el alfabeto griego junto con siete caracteres demóticos para transcribir fonemas no existentes en griego. Aparte de esto, la escritura egipcia no ha sido empleada nunca más para transcribir ninguna lengua moderna.

Por otra parte, es preciso señalar que, según ciertos investigadores, la escritura jeroglífica sería, junto con la influencia del proto-sinaítico, el origen del alfabeto fenicio, el cual a su vez derivaría en el alfabeto hebreo, arameo y griego, de los cuales provienen los alfabetos latino y cirílico.

Los jeroglíficos reflejaban el lenguaje habitual, aunque con el tiempo fue usado preferentemente en las simbólicas representaciones de los templos, desestimándose su uso por su clara falta de idoneidad en la escritura de uso diario; hay que tener en cuenta que las necesidades de escritura, ya en el Imperio Antiguo, como eran la contabilidad de insumos, alimentos (por ejemplo: en la dotación de los súbditos empleados en la construcción de templos y pirámides), demandaba multitud de escribas que anotaran cantidades, clasificaciones, etc., y en este proceso de reproducción la escritura jeroglífica resultaba poco práctica. Por esta necesidad, los signos jeroglíficos van derivando en otras grafías, más fácilmente reproducibles con cálamos de los escribas (este era el instrumento de escritura por excelencia), dando origen a la escritura hierática.

Para la escritura cotidiana se utilizaba el hierático, y así lo evidencia el papiro Rhind, donde consta una muestra del conocimiento matemático de los antiguos egipcios. Los ejemplares que se poseen en la actualidad del incorrectamente denominado "Libro de los Muertos" emplean esta forma de escritura.

La escritura jeroglífica quedó reservada para los monumentos reales, templos, palacios, tumbas, joyas, muebles de la corte, amuletos, etc., por cuestiones no solo estéticas, sino también por su carácter simbólico y mágico, pues grabar el nombre de una persona en jeroglífico implicaba que, cometer un error al escribirlo o el hecho de dañarlo, podría influir en la persona a quien hacía referencia dicho jeroglífico.

El hierático también surge en un periodo donde el lenguaje se ve transformado, ya que de los ideogramas que representaban los primeros jeroglíficos, se pasa a un proceso de conceptualización, para finalmente sintetizar cada símbolo en un sonido. Es muy interesante ver la relación y similitud entre el sistema jeroglífico, el hierático, el hebreo antiguo y el fenicio; de este último es muy simple la relación con el griego.

Los escribas

Ser escriba era la aspiración de cualquier egipcio de ascendencia humilde, teniendo más importancia que la carrera militar. De hecho, no había posibilidad de acceso a una posición elevada en el gobierno para aquella persona que no hubiera sido escriba.

La vida del Antiguo Egipto discurría alrededor del escriba, éste era quien anotaba el nivel de las crecidas del Nilo (esencial para la seguridad alimenticia de la población), quien consignaban el estado de los canales y diques (fundamentales para conservar y encauzar el agua después de la época de inundación), el acopio de los graneros, etc.

Ortografía

La ortografía en los jeroglíficos es mucho más relajada que los idiomas modernos. De hecho, una o varias variantes existen para casi todas las palabras. Se pueden encontrar:

  • Redundancias;
  • Omisión de grafemas, que son ignorados sin importar si son intencionados;
  • Sustitución de un grafema por otro, de forma que es imposible distinguir un "error" de una "ortografía alternativa";
  • Errores de omisión en el dibujado de signos, que son más problemáticos cuando la escritura es cursiva, pero especialmente en demotico, cuando la esquematización de los signos es extrema.

Sin embargo, muchos de estos aparentes errores de ortografía constituyen un problema de cronología. La ortografía y los estándares han variado con el tiempo, por lo que la escritura de una palabra durante el Imperio Antiguo puede ser considerablemente diferente durante el Imperio Nuevo. Además, los egipcios estaban perfectamente satisfechos con incluir vieja ortografía dentro de nuevas prácticas, tal y como es aceptable en español usar ortografías arcaicas en textos modernos. La mayoría de las veces, "errores de ortografía" antiguos son simplemente malinterpretaciones de contexto. Hoy en día, los expertos usan multitud de sistemas de catalogación para clarificar la presencia de determinantes, ideogramas, y otros signos ambiguos en sus transliteraciones.

Elena Ríos Martín, 4B
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