El Libro de las Horas

Este papiro fue presentado a finales de los años 20 por Sir Alan Gardiner al Museo Británico, en el que permanece en la actualidad con el número 10569. Un breve informe desarrollado por R.O. Faulkner se presentó en el Journal of Egyptian Archaelogy. El papiro está escrito en color marrón, variando la tonalidad y su longitud total no es segura debido a la gran cantidad de roturas que sufre, pero se calcula entre 2.6 y 3 metros, con una altura de unos 35 cm. mas los márgenes del principio y final del texto que son de 3.80 cm y 2.54 aproximadamente para la parte superior e inferior respectivamente. Actualmente aparece en siete secciones montadas bajo una superficie acristalada. Esta escrito en 36 columnas de texto que contienen cada una de ellas entre 26 y 31 líneas con unos 70 fragmentos descolocados; bajo el borde derecho de cada columna aparecía una débil línea roja que debía servir como guía.

El papiro tiene considerables daños, tanto al principo (columnas 1 a 5) como al final (columnas 24 a 36) que se encuentran en pésimas condiciones con importantes perdidas de texto. Por el contrario la parte central, comprendida entre las columnas 6 a 23, se encuentra bastante bien conservada, y el frontispicio muestra el estilo de escritura. Como era normal en los textos religiosos no aparece fecha alguna, aunque las investigaciones apuntan al periodo ptolemaico. La comparación de ciertas formas de escritura tienden a situarlo posterior al Bremner-Rhind, y se podría datar en el siglo III a.C. Aunque parece que el manuscrito surgió de la obra de un único escriba, el final del papiro tiene una escritura más deteriorada, como si el copista estuviese cansado ya del trabajo.

No se conoce la procedencia, aunque se cree que su origen podría situarse en la región norte, muy posiblemente en Menfis. Entre los dioses mencionados destacan los relativos al ciclo osiríaco, Osiris, Isis, Neftis, Horus, Sokar, Ptah, Apis, Atum, Bastet, Geb, Nut, Jepri, Nefertum, Mnevis, Neith, Ra, Ra-Horajti, Sejmet, Shu, Sopdu, los Hijos de Horus, Hathor, Anubis, Min, Jonsu, Seth, Sobek, Upuaut, Thot o Tenen, pero no aparece Amón, y tanto sus epítetos (26, 19) como su santuario en Karnak (4, 9 y 7,7) aparecen apropiados por Osiris, evidencia del eclipse total que sufrió Amón con la transferencia de los centros de poder al norte y el simultáneo ascenso repentino del culto a Osiris.

A pesar de que la columna 1 está practicamente destruida, podemos restaurar el título del trabajo como 'A Osiris en todos sus nombres'. El texto que sigue consiste en invocaciones a diferentes deidades y se divide en distintas secciones que debían ser recitadas en las sucesivas horas del día. El título parece indicar que todos los seres y objetos multifacéticos citados en el texto eran considerados como manifestaciones de Osiris, en quien se concentraban todas las divinidades.

El texto está escrito casi enteramente con tinta negra salvo las rúbricas de las horas, por ejemplo 'Tercera hora. Recitación' y la preposición 'A' justo antes de la primera línea en cada columna que va en rojo. El texto muestra gran similitud con el 'Libro de los Muertos', capítulos 141 y 142 no sólo en apariencia sino que contiene un cierto número de invocaciones comunes. Sólo en las columnas 31, 32 y 33 (una sóla vez) aparecen ciertas rúbricas con una función claramente enfática. De todos los encabezamientos horarios los once primeros aparecen con ciertos daños. El final del papiro está totalmente perdido no pudiendo saber si el texto acababa en la hora duodécima o incluía también las doce horas nocturnas, en cuyo caso tendría una longitud mucho mayor, supuestamente el doble de la actual.

Además de los dioses y seres del Más Allá se invoca a toda clase de entidades, objetos de culto, estrellas, portales de la Duat, montañas y elementos topográficos, ganado, aguas y en general todo aquello que de una u otra forma influía en el bienestar. El propósito final del texto parece haber sido invocar a cada obra, deidad o cualquier otro elemento que podía ejercer una influencia favorable sobre Egipto y sus habitantes.

Otra característica del papiro es que aporta una lista geográfica de centros religiosos de Egipto (7,6 y ss.) considerados como centros de culto a Osiris; una entrada típica sería 'Osiris que habita en Karnak' (7,8). Esta lista de centros empieza con las principales ciudades religiosas, He-ka-Ptah, On, Karnak, Sais, Jmun, Abydos, Ninsu y Sambehdet, para después enumerar las ciudades menores, en orden geográfico desde Edfú hacia el norte. A este catálogo sigue inmediatamente (8, 25 y ss.) una lista duplicada en la que se leen 'Todos los dioses y diosas que están en ...'

No hay pistas claras que nos den a conocer la forma en la que se usaba el papiro, pero podemos imaginar que cada hora se entonaba el texto correspondiente, por un relevo de sacerdotes que permanecian ante una imagen de Osiris.


Elena Ríos Martín, 4B
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